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miércoles, 14 de noviembre de 2012

PENSAR POSITIVAMENTE: IMAN DE ATRACCIÓN


Ayer, día 13 de Noviembre, tuvo lugar la Luna Nueva (Sol y Luna unidos) en el signo de Escorpión. Como este signo es un poco ácido cuando se trata de pensar positivamente  (perdón a las/os escorpiones que leen esto, pero es verdad que, aunque os lo tomáis con vuestro cáustico humor, tenéis tendencia a verlo todo por la parte menos favorable)  el día abundó en una atmosfera muy parecida a un día nublado, un aire pesado…gris, plomizo…de aquellos que parece que va a estallar la tormenta, pero nada ¡todo estático! Nada se mueve, nada avanza, nada parece que cambia.
Para combatir los efectos de estos días “escorpionicos”, ya que parece que puede durarnos a todos unos días más,  nada mejor que hacer un repaso del pensamiento positivo.

EL PENSAMIENTO Y SUS EFECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS 

Nuestra salud, suerte, riqueza, éxito en cualquiera de los apartados de la vida, esta condicionada por completo a nuestro estado mental. Pero nuestros pensamientos son cambiantes todos los días. Si nuestra condición mental es confiada en nosotros mismos y tenemos seguridad en aquello que hacemos o en lo que deseamos, imaginando siempre el lado bello y más  sano -sin  perder de vista la realidad de las cosas- y si tenemos nuestra visión constantemente puesta en nuestro objetivo deseado, peleando con las ideas desesperadas que suelen sobrevenirnos a todos algunas veces, podemos estar seguros de que al final llegará lo deseado. Mientras mantengamos la mente en una condición positiva exteriorizaremos la fuerza y nos atraeremos aquellos elementos que son afines en su naturaleza con nuestro estado del momento, ese pensamiento ha de atraernos los elementos del éxito. 

El sueño que se hace real…
Sin embargo, se han de considerar ciertas circunstancias para el mantenimiento de este estado mental en el que reside una fuerza muy poderosa que nos va a procurar lo mejor y más deseable: 
LO VISUALIZADO HA DE SER POSIBLE, PRACTICABLE Y REALIZABLE.  
Soñar con que nos salgan alas para poder volar, siento decirlo, no lo puede conseguir ningún pensamiento por más poderoso o mágico o divino que sea. Traslademos esas alas simbólicas a la realidad de esas situaciones o relaciones imposibles con las que a veces nos recreamos, o maltratamos, nosotros mismos.  

¿Eres un imán de nergía atrayente…?
El mantenerse largamente en un estado mental positivo llega a convertir nuestra aura o nuestro escudo energético en una especie de sello o algo similar a un polo magnético. Un imán que atraerá hacia nosotros aquellas situaciones y aquellas personas que pueden ayudarnos en algo, y a las cuales debemos también ayudar pues la alimentación energética ha de ser reciproca.
 
Una energia que repele ¿Qué es eso?...
Si nuestra mente pasa la mayor parte del tiempo en un estado de miedo, duda, sospecha, desconfianza, resentimiento o tristeza, y si no hacemos un esfuerzo por apartar estas emociones bien lejos, entonces vamos a ser lo contrario… ¡nuestro sello se convertirá en una especie de imán negativo! Una fuerza que alejará de nosotros lo bueno, atrayendo únicamente lo malo. Del mismo modo que podemos construir un objeto material, cualquiera puede fabricarse ese sello, aura o imán, esa atmosfera mental para que le proteja y acompañe siempre
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Las vibraciones de energías que se mueven a nuestro alrededor…
Esa atmosfera se puede crear mucho mejor y más fácilmente cuando nos encontramos en proximidad de otras mentalidades que se hallan en un  nivel parecido al nuestro. Deberíamos tener siempre en cuenta lo mucho que nos conviene que las personas con quien nos juntamos más, se sitúen y vivan en el mismo plano mental que nosotros, que crean en lo que nosotros creemos y compartan nuestros sueños y anhelos. La comunión de mentes fortalecerá nuestra energía y nuestro espíritu. La otra persona también detectará eso, y esa retroalimentación de energías afines nos ayudará a no caer en la desconfianza y el miedo que son las condiciones mentales del fracaso.
El mayor impedimento para obtener este estado templado, tranquilo y confiado que es la fuente original de todo poder, está en juntarnos  con toda clase de personas, sin practicar una selección juiciosa, compartiendo el día a día con hombres o mujeres cuyo nivel mental es más bajo que el nuestro. No hablo de una mayor o menor inteligencia. Si nos asociamos, aun temporalmente, con gente superficial, hombres o mujeres sin propósito o ambición, sin anhelos,  personalidades cínicas o chismosas, escépticas y sin confianza en las leyes espirituales, a quienes les mueve nada más que el materialismo…no hay duda de que absorberemos algunos de sus pensamientos de baja calidad, aplastando bajo su peso nuestro propio poder
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¿Quién participa de nuestra radiación energética?...
Ahora podríamos seguir hablando de esas personas crónicamente sufrientes. Esos “amigos” que nos emplean de almohada elástica para descargar siempre sus problemas. Esos que en cuanto se nos acercan parece que lo trastocan todo porque empiezan a suceder una serie de cosas, ninguna buena. Si, hablo de los que se quejan de una suerte que parece volverles siempre la espalda. Gente habitualmente encantadora pero con su vida siempre del revés y una crisis tras otra… ¡pobrecitos! les tenemos simpatía e intentamos ser buenos con ellas o ellos. ¿Casi todo tenemos algún amigo con esas características, verdad? Si aun no lo descubristeis,  sacad el radar e intentar localizarlo porque el próximo día os hablaré de los “gafes vocacionales” o lo que aun es peor, los vampiros psíquicos.  Mientras tanto  haceros el favor de mantenerlo a piadosa distancia.

Esperando que hagáis un poco más de caso de la tendencia humana a ser feliz y archivar los problemas, siempre sin perder la sensatez, os deseo un buen día.
¡Hasta pronto!
Irene