El Colgado...Sufrir por amor

Se trata de una de los arcanos del tarot más extraños, pero para explicaros el porque, debo hablar primero un poco de la historia de las cartas

Muy resumido: hay descripciones de algunos juegos de cartas parecidas a las del Tarot, que aparecen a partir del 1418. Pero el que se reconoce como el primero de los mazos de Tarot, es el  Visconti-Sforza realizado en 1442-1447. Es el más antiguo y uno de los más bellos, aunque tiene una diferencia importante con los actuales: solo consta de 66 cartas. De entre ellas,  16 son los triunfi.

Un poco más tarde, en 1457, se crean mazos  que contienen 70 cartas. Hasta hoy, en que el mazo actual consta de 78 cartas,  22 de ellas  son los triunfi o Arcanos mayores;  parece que se le fueron añadiendo más diseños y simbología por el camino.

No se sabe a ciencia cierta porque se realizó el primer juego, se especula con que podían enviarse mensajes secretos entre ellos o con que reflejaban simbólicamente las cualidades que  el propietario de las cartas deseaba exhibir. En resumidas cuentas no se conoce el porque de un capricho que  era un privilegio reservado exclusivamente a las clases altas. En ese periodo, a finales de la Edad Media, solo la aristocracia y la realeza podían acceder al carísimo lujo de encargar a un artesano pintor, sobre el que generalmente ejercían un mecenazgo, la ejecución de  deliciosas miniaturas en los que se utilizaban materiales muy caros. Como se hizo en otros momentos de la historia del arte, probablemente el pintor se basaría, para los rostros de las figuras femeninas, en la imagen física de la mujer o hijas del mecenas. Y si no,  también estaban las amantes oficiales, más bellas y posiblemente más apetecibles por el mecenas para ser retratadas, que las consortes.  En lugar de llevar la foto en el bolso como hacemos hoy, llevarían las cartas, imagino.

Así que con este proceso y hasta que no aparecieron las primeras técnicas de impresión a color, sobre unos 60 años más tarde, que también eran costosas, difícilmente podían llegar las cartas del Tarot al pueblo. Pero la high society, aun con sus diferentes costumbres y modas entre épocas, perdura con el  mismo espíritu liviano durante siglos. Y unas cartas verosímilmente pintadas como simple entretenimiento de los cortesanos, no podían reflejar el mismo drama o sufrimiento que padecían las clases no pudientes, pues ya se sabe que la visión de la desgracia o la pobreza no son agradables. Sin embargo algunas de las cartas que se incluyen entre los triunfi resultan chocantes. Una de ellas es el pobrecito colgado. ¿Cómo incluyeron esa carta entre sus juegos?

Enumeraré algunos de sus significados más antiguos: Sacrificio. Sufrimiento. Arrepentimiento. Traición. Remordimiento. Castigo. Expiación. Y el último: la  homosexualidad.  Y yo me quedé cuando lo leí por primera vez, pensando… ¿y esto porqué? ¿Qué ligamen hay entre la condición sexual y el símbolo del martirio? Pues si que la había.  Rebuscando entre esas invenciones creativamente despiadadas que regaló a la humanidad  (mayormente femenina) nuestra amada Iglesia Católica, merced a su eficiente gestión inquisidora, encontré una de las prácticas de tortura más espeluznantes: la Sierra, un tormento aplicado a los sodomitas. No voy a explicar en que consiste, quien quiera más detalles puede ver una xilografía de Lucas Cranach del (¿1512-1548?), y observará el evidente parecido de la postura de “El Colgado” del Tarot y el pobre desgraciado que ahí representa están martirizando.

Vamos progresando y ya tengo un indicio de en que pudo basarse la primera idea del artista que diseñó esa carta, pero sigo sin comprender porque un mecenas se la encargó. A no ser que fuera un miembro de la Inquisición. ¿Un ejemplo moralizante? No, eso tampoco podría haber sido, ya que la Iglesia en la época que aparecen las cartas, aunque no las condena todavía abiertamente como práctica de brujería en su uso para la adivinación, si las ataca con sermones virulentos pues eran una más de las tentaciones diabólicas. Evidentemente, no estaba bien visto llevar encima el mazo y las damas de la corte debían esconder las cartitas escondidas entre  la camisa  y el tocado. Con todo, sigo sin entender porque incluyeron esa penosa imagen en el juego.

Otra referencia dice que el colgado está emparentado con todas las mitologías, fábulas y cultos, donde el protagonista es sacrificado en un calvario para posteriormente resucitar. Como Osiris, Mitra, Odín y en la religión cristiana, Jesús. En ese sentido a este arcano se le asignaría el sexto sendero de la Qábalah, el Sefiroth Tifareth: el dios sacrificado y los misterios de la crucifixión, también llamado “la Inteligencia mediadora”… A quien haya hecho alguna incursión en la tradición hebrea esto le gustará, pero para el resto la cosa se pone ya muy densa para que sigamos ¿verdad?

Mejor continuamos con la interpretación más moderna del Colgado, que por descontado ya ni menciona la homosexualidad ni mucho menos la inversión,  y lo dejaremos como un ejemplo de auto superación conseguida a través de un esfuerzo doloroso.

¿Y en la práctica? En la práctica habitualmente me encuentro esta carta en la interpretación de una tirada para la consulta de personas que, por una causa u otra,  permanecen inmóviles en una situación determinada en su vida. A veces ese parón es voluntario y otras les viene impuesto.  Otras llevan un sentimiento interno de fracaso enorme, causado por un pasado muy difícil, o cargan con una culpabilidad que no les pertenece. Muchas veces, casi siempre, la persona está pasando por una depresión y hablarle con franqueza de ese tema puede hacer que se decida a buscar un tratamiento, porque se trata de que, casi siempre, intenta ocultar en su entorno su malestar y hasta se castiga negándose la ayuda externa. En algunas raras ocasiones, esto ya depende de las cartas de alrededor, la persona se evade con algo, normalmente con drogas, aunque me he encontrado también con ludópatas, adictos al chateo, discípulos de gurús de la auto ayuda  y enganchados al teléfono de la videncia.  

¿Y como actúa en el amor y en los afectos o desafectos? En una consulta para ese tema es delicado…que es lo  que preguntamos siempre todos: hay que decirle cariñosamente a quien consulta “no seas masoquista”,  ya que generalmente aguantan situaciones emocionales que son peores que la tortura física. Madres que sufren sin denunciar jamás unos hijos maltratadores, esposas que aguantan años de engaños reiterados esperando que el marido vuelva al redil, trabajadores demasiado pacientes y víctimas de patrones sin escrúpulos y maridos acosados por las ex…vienen siempre reflejados por “El colgado”.  Siempre emocionalmente pasivos,  sin actuar.  Igualmente en la sexualidad, si es que sale en consulta, cosa que puede pasar ya que el espejo humano del Colgado suele ser morbosillo y preguntará dando rodeos, nos podemos encontrar con un aficionado al Bondage,  en su rol de sumiso, inercambiable claro, que está esperando que le descarguen de la auto censura que se aplica por sus inclinaciones.  Pero dejando todas esas versiones más o menos negativas, la lectura más positiva de “El colgado”  es reconocer la necesidad de un tiempo de espera antes de tomar decisiones. O por lo menos, de aprender a resistir estoicamente durante ese tiempo.
He leido por ahí que, astrologicamente,  algunos  relacionan este arcano con el signo de Tauro...¡que barbaridad!  nada menos parecido que la sensatez de Tauro y el idealismo sufriente de esta carta. No todas las cartas del Tarot tienen porque coincidir con un signo del  Horóscopo, esta es una de ellas. Y si alguna semejanza astrológica le atribuyo, es con Neptuno, pero solo en algunas características.

Creo que no me dejo nada sobre el significado de "El Colgado"...en fin, si dejé algo por explicar, lo pondré otro día.

Por último, comentar algo sobre la ilustración que os presento: pertenece al mazo de Tarot de Elisabetta Trevisan, una artista contemporánea. Notable dibujante, con un gran dominio de la composición estética y con una sensacional sensibilidad para el color.  Me encanta lo bien que remarca los volúmenes de sus figuras. Para mi gusto,  es uno de los mazos más artísticos que se han creado en los últimos veinte años.