El ENCANTAMIENTO es algo que está
pasando cada momento en nuestro entorno próximo y asume formas diferentes y
renovadas, día a día.
Persistir aunque solo sea por
espacio de media hora frente un
espectáculo, una distracción, un pasatiempo bello, provocará en nuestra mente un
estado de “encantamiento” armonioso.
Por el contrario, permanecer
algún tiempo en un lugar desagradable,
triste o evocador de momentos tristes -por razón de la asociación de ideas que
despierta su contemplación- producirá un
encantamiento de tristeza o desánimo y posiblemente será el factor
desencadenante de emociones negativas.
Del mismo modo que el vivir en
medio de personas por las que nos sentimos queridos y aceptados, nos producirá un encantamiento creador de unas
emociones intensamente positivas; lo contrario: rodearnos de personas de las
que sabemos experimentan rechazo por nuestra compañía, a la larga nos va a
causar más mal que bien, por mucho que nos empeñemos en cambiar las cosas.
¿Qué decir de todos aquellos
recuerdos que atesoramos? Tanto buenos como malos.
Muchas veces estamos
guardando en el baúl de los recuerdos sentimentales las imágenes de una
relación que vivió su momento pero que ya dejó de avanzar, sin embargo
seguimos obstinadamente intentando mantener vivo algo que se extinguiría por sí
solo.
Pues, del mismo modo que al
aproximarse el buen tiempo, guardamos lo que no vamos a utilizar y desechamos
lo que ya no nos sirve; igual deberíamos hacer con esas emociones rancias con
tufillo a antipolillas que permanecen ahí… ¡lo que no sirve… ni sirve ahora ni
servirá más adelante! Hay una diferencia muy clara entre lo que aún puede y
vale la pena de ser salvado y lo que resulta malsano. Entended que estoy
hablando de relaciones “infectadas” de un virus pernicioso que no les permitirá
vivir dándoos armonía.
Hagamos la limpieza de primavera,
no solo en casa sino en nuestros corazones.
Desechad lo viejo para dar paso a
lo nuevo.
Permitid que el universo os llene
de energía limpia y renovada.
Feliz Luna Nueva primaveral, el
ciclo en el que todo comienza.